(Entrada Comunidad Ecológica de Peñalolén)
Aunque parezca difícil de
creer, hay una facción (menor) del cuiquerío que es “roja”. No demócrata
cristianos ni nada de eso intermedio. Lisa y llanamente ROJOS. Probablemente
militaron en el MIR o el MAPU o alguno de esos movimientos de izquierda que eran para más
cuicos. Son 100% de izquierda. Al menos en términos políticos. Estos son los "red set", "izquierda caviar" (que viene del francés, "gauche caviar") o "whiskierda".
Pero son cuicos. El redset
no vive en cualquier lado. Al redset le gusta la naturaleza, la tranquilidad,
el aislamiento, los espacios grandes. Tienen algunos reductos muy marcados: El Arrayán, La Reina (cerca del "Country", casas Castillo Velasco, que son como las Ley Pereira para los cuicos progre),
Peñalolén (Comunidad Ecológica) y La Florida alta (Lo Cañas) y el Cajón del Maipo.
El redset, por definición, rechaza
la “pulcritud”. Por eso nunca jamás usan terno (si llegaran a usar, por alguna
razón muy especial, nunca va a ser un terno tradicional con camisa de color
tradicional y corbata de color tradicional o zapatos tradicionales). Al redset
le gusta ser chascón. Siempre tienen barba. El pelo un poco largo los hombres,
un poco desordenado. Las mujeres siempre se ven un poco chasconas. No se tiñen
el pelo, por lo que es muy común ver mujeres del redset de menos de 50 (o 40!)
con el pelo blanco. Largo, ruliento, blanco. Un clásico. Las mujeres no se
arreglan mucho, siempre a cara lavada, las uñas sin pintar. No es que sean
descuidadas, pero son “tonteras” para ellas. Usan vestidos o polleras largas,
una cosa media hippie. La cuica redset no se preocupa de combinar la ropa, para ella lo más importante es lo natural del material y la comodidad.Compran ropa en sus viajes o se las mandan a hacer. Un referente del redset es María Inés
Solimano, que hace vestidos de novia o cualquier tipo de vestidos especialmente
pensados para el redset, tejidos a palillos por unas artesanas de Tongoy. En el fondo el redset es una suerte de
neo-hippie (ya sabemos que los hippies originales de USA eran cuicos rebeldes.
Estos son como esos).
Sus casas siempre son bien
“choras”. Una arquitectura extraña, mucho ladrillo o viga a la vista, piso
batuco, seguramente los que han construido hace poco contrataron a Sergio
Andrade (arquitecto conocido por el redset, aunque algunos no tan “red” también
lo han contratado, supe). Están llenas de adornos y cosas raras. Obvio que los
sofá del living van a tener alguna manta de alpaca o similar, traída de San Pedro de Atacama o de
Cusco. La decoración tiene harto cachivache, pero no cualquiera, sino cosas
entretenidas, antigüedades, objetos recolectados en algún paseo por el sur
(comprado a algún artesano local), cosas traídas de sus viajes por el mundo.
Las cocinas siempre son medias “campestres”. Cerámica azul y piso rojo, con
muebles de madera. O tal vez cerámica celeste y piso blanco con negro. Las
ollas colgando del techo. Un caos estudiado. Porque son cuicos finalmente, son “desarreglados”,
pero no sacrifican calidad. Cuidadosamente “desastrosos”, se podría decir.
Parecen descuidados, pero todo está pensado así, no es casual que sus casas
sean así, con grandes jardines, pero jamás cuidados tipo “palacio de
Versalles”. Todo lo contrario, mucho árbol nativo, plantas del sector, poco
pasto, más bien algo más boscoso. Obviamente tienen su propia huerta, el “autocultivo”
como le llaman algunos (ya sabemos qué tipo de planta se podría encontrar ahí),
todo muy orgánico, nada de fertilizantes artificiales.
Siempre tienen grandes
bibliotecas, porque son muy cultos y lectores. Les interesa mucho la
literatura. Pero no es que uno se vaya a encontrar con un libro de Pilar Sordo.
Jamás. Son cosas elevadas: autores franceses (les mata “La France”) como
Foucault o Bourdieu, alemanes de la escuela de Frankfurt como Marcuse o
Habermas, o quién sabe qué escritores que el resto de los mortales ni siquiera
hemos escuchado nombrar (autores ingleses no, porque tienen teorías muy
“liberales”). Por supuesto después los citan en sus reuniones sociales. Para el
redset es fundamental demostrar sus conocimientos en sociedad. Es muy difícil
(imposible) contradecirlos, porque siempre van a sacar a relucir algún autor
que tiene alguna teoría que avala lo que está diciendo.
La cultura es fundamental para ellos, ser doctos, ilustrados. Estudian mucho, generalmente tienen postgrados (ojalá doctorados), en el extranjero, obvio. Saben de muchas cosas, y generalmente se dedican a temas ecológicos, medioambientales, políticas públicas o cualquier cosa que pueda ser un “aporte” para la sociedad y donde puedan poner en práctica sus múltiples conocimientos.
Al redset se le puede
encontrar en el Sátira (en la Plaza San Enrique) que curiosamente tiene de
decoración una biblioteca con libros. A los del lado sur les gusta el Kahuín (ex-Pub La
Rosa, con música en vivo de Santiago del Nuevo Extremo, Quilapayún, Manuel García y otros de ese estilo. El bar The Clinic
y el Liguria, aunque son bien taquilleros, igual son redset-friendly. Obvio que
van a La Piojera y El Hoyo. También salen a comer rico, a La Petite France, el
Baco o al Rívoli.
Al redset le gusta tomar vino.
Vinos buenos, obvio. O bajativos. Tal vez un buen whisky, tal vez algún licor
hecho artesanalmente por ellos mismos o algún vecino o conocido, usando
productos de su huerta. Son redset, ¡pero les gusta lo bueno!
La vida del redset es muy
“european style”. De hecho conocen Europa como la palma de su mano. Ya sea
porque los exiliaron o se “fueron” para la dictadura, ya sea porque fue a estudiar
afuera algún doctorado, ya sea porque se va de viaje no
más. Al redset le mata Europa, pero la Europa culta, nada de ir a la Torre
Eiffel, ni al Louvre (seguro que los conocen, pero no hablan de eso).
Obviamente conocen museos especiales dedicados quizás a la vida y obra de
alguno de los autores que les gustan, restoranes especiales (nada de baratos,
obvio), cafecitos especiales. Tienen una particular afición por Europa del Este
(bah, q raro) y conocen los lugares más recónditos, siempre que tengan alguna
huella cultural importante.
Por supuesto el redset
desprecia el capitalismo, los malls son una tortura para ellos (es muy poco
probable que vayan a uno). Jamás ponen un pie en La Dehesa, que es como el
infierno en la tierra para los redset. Ellos están por el comercio justo, por
la huerta orgánica, por la vida sana, la vida de barrio. Igual tienen sus ricos autos, 4X4, Volvo, nunca Mercedes o BMW eso sí. Pero les matan los autos.
Si hacen deporte, es del
tipo andinismo, escalada libre, o cosas así medias extremas, medias “wild”. No
tienen problema en experimentar cosas diferentes, salir de la rutina, vivir
emociones extremas.
Tienen una gran afición por
las “etnias” también. Seguramente han ido a India, o tal vez a África, donde se
empaparon de la cultura del país, y seguramente trajeron una máscara o una
flauta o algún artilugio de esa cultura que exhiben orgullosamente en su living.
La cultura latinoamericana también les llama poderosamente la atención, probablemente
han visitado alguna “tribu” amazónica donde tal vez les dieron algún “elíxir”
(a.k.a. droga) muy increíble que los hizo conectarse con la diosa madre de la
tribu o han ido mochileando por todo Centroamérica, comiendo con los locales y
durmiendo a la intemperie tal vez, como para entender la forma de vida de estas
“personas”.
Al redset le gusta la playa,
pero no cualquier playa. Tiene que tener ese toque “rústico”, ese toque
“local”. Tongoy es un lugar muy de redset, tal vez Bahía Inglesa, o un
recorrido por playas “vírgenes” del Norte. Por supuesto Tunquén, que es como el
paraíso del redset. Casas no muy cerca entre ellas, con buena vista, poca
modernidad, todo muy rural y agreste, donde pueden desconectarse y tener largas
tertulias con sus congéneres. A otros les gusta Cartagena o Las Cruces, algo
bien popular, obvio, pero no es que vayan a la playa a juntarse con el
“rasquerío”, sino que van durante el año y ahí dan rienda suelta a sus
escritos, pensamientos y lectura. También les gusta el sur bien sur. Tipo
carretera austral, puede que hagan un viaje para ir a pescar o a pensar o a
buscar tal vez una planta especial para hacer algún licor o palos para
construir una cava, algo bien rebuscado.
A los hijos obviamente los
meten en colegios como el Altamira, Latino(americano) Cordillera, La Girouette, Alianza
Francesa, y algunos Waldorf como el Giordano Bruno o el Rudolf Steiner
(favorito de los de la Comunidad Ecológica de Peñalolén). En estps colegios el uso de uniforme es bastante limitado (qué tercermundista y facho uniformarse) y tienen sistemas educativos más acorde a sus creencias, no tan estructurados ni con tanto horario ni cosa capitalista. Se permiten pelos de colores, piercing, tatuajes, cualquier tipo de "expresión" que necesite tener el adolescente. Lo importante es no restringirlos para no limitar su creatividad y potencial de desarrollo.
Lo curioso, o no tan
curioso, es que al final siempre se aglutinan entre ellos, eligen los mismos
barrios, los mismos colegios para los hijos, los mismos lugares de veraneo.
Como todos los cuicos, se mueven en masa dentro de su submundo, por mucho que
les guste la naturaleza y desprecien a los otros cuicos “capitalistas”,
finalmente usan la misma lógica que los otros cuicos: se juntan entre ellos,
tienen sus propios códigos y se detectan a kilómetros de distancia. Cuico
redset será, pero el cuiquerío no se lo quita nadie.