
Una clásica charla que se repleta de cuico perno.
El cuico perno es una versión
“soft” de un cuico seduc, o dicho de otro modo, un cuico seduc es el
subconjunto más radical o extremo de un cuico perno. De hecho, seguramente son
amigos y se conocen mucho entre seduc y pernos. Uso el término perno no en un
sentido “nerd” (aunque un poco), sino para graficar un
tradicionalismo/conservadurismo/religiosidad que tiene este tipo de cuicos.
El cuico perno no está a la moda.
No es que esté pasado de moda, pero su ropa es estándar. Los hombres usan
bluejeanes estándar, de corte estándar, color estándar. Usan poleras estándar,
aunque generalmente usan camisas, incluso en el fin de semana (y metida adentro
del pantalón). El cuico perno no usa zapatillas, y si las usa, van a ser esas
de trekking (modelo perno). Normalmente en un fin de semana va a estar con
bluejeanes, camisa cuadrillé metida adentro del pantalón, zapatos de cuero (o
las zapatillas trekking ya mencionadas), y un sweater escote en V de un color
neutro. El cuico perno no usa polerones, o si los llega a usar, igual no son
muy estilosos. Tampoco usa hawaianas (de esas tan onderas), ni siquiera crocs.
Siempre zapatillas, invierno o verano.
En el caso de las mujeres, la cuica perna no
usa jamás pantalones pitillo, sino también bluejeanes estándar de color
estándar, generalmente a la cintura (aunque ahora eso está medio de moda), o al
menos no a la cadera. No usa botas “equitadoras” encima de los pantalones
(porque en esos bluejeanes no cabrían tampoco), sino botines negros o café, de
modelo estándar, ese que no pasa de moda, y que los tiene por varios años. A la
cuica perna le gusta usar pollera (falda si quieren), larga hasta el suelo,
generalmente de algodón y colores neutros (café, negro, gris, beige). En el
verano puede ser un poco más corta, a la rodilla como mucho, pero les gustan
más los pantalones pescadores con un buen “zapato reina” (que ahora están de
moda, pero para ellas son un básico en su clóset por años de años) o alguna
chala café o negra con 2 tiras anchas, bien anchas.
Jamás va a tener un corte de pelo
a la moda, sino un pelo largo estándar, a lo más con algunos reflejos “que no
se noten”, y cuando va a cortárselo, sólo las puntas. Si se pinta las uñas, es
poco probable que use un color muy llamativo, probablemente se haga la manicure
francesa o a lo más un rojo oscuro. Tampoco se pinta (“maquilla”) mucho, de
hecho casi no se pinta, salvo para ocasiones especiales como matrimonios o
cosas así. Normalmente usa aro de perla o algún arito discreto de plata con oro
o de oro con alguna piedrita. Jamás va a usar algún aro grande con plumas o
alguna argolla grande ni menos un aro de feria (o tipo feria, convengamos que
las cuicas sobre 30 no van a comprar “joyas” en una feria artesanal). Siempre
va a tener una cadenita de oro con una cruz o medallita de la Virgen, y a lo
mejor una pulserita discreta también. Anillos, pocos. La argolla de matrimonio
con su anillo de compromiso, que es muy estándar también, nada ostentoso ni
llamativo, probablemente sea de oro blanco con una fila de brillantes, más
separados o más juntos, pero es básicamente el mismo en todas las cuicas pernas.
El cuico perno es religioso, pero
no extremo, va a misa todos los domingos (con toda su familia, obvio), en
algunos casos participan en algún movimiento como Schönstatt o los Legionarios
(excluyo al Opus porque es una categoría aparte como ya saben) o sino
participan de actividades de la parroquia o tal vez obras sociales. Al cuico perno le encanta participar en misiones familiares por ejemplo.
El cuico
perno tiene mínimo 4 hijos, que están obviamente en algún colegio católico de
alguna de las congregaciones que nombré. Al hijo hombre mayor sí o sí le ponen
el nombre del papá, y muchas veces la hija mayor se llama como la mamá. Usan
nombres que los cuicos progres usaron 15 años antes, pero que todavía no llegan
a usar los cacos o los CME (clase media emergente). Típico nombre de hijo de
cuico perno: Lucía, Elisa, Jacinta, Rosario (usan harto nombre religioso
también), Domingo, Santiago, Clemente, Pedro.
El cuico perno no es ostentoso, en
eso es muy parecido a su símil seduc. No sale mucho a comer, sino que se junta
en casas con amigos. No es muy bueno para el asado. Hacen asados, sí, pero
normalmente tienen parrilla a gas y no hay pebre ni nada muy parrillero. Les
gusta más comprar comida preparada o bien cocinar algo que hacer un asado.
El cuico perno no toma mucho,
siempre mesurados, uno no vería jamás a un cuico perno curado, mucho menos a
una cuica perna. La cuica perna es feliz con un pisco sour comprado, y se va a
demorar la noche entera en tomárselo. Las cuicas pernas no toman vino (y entre
nos, creo que miran feo a las que sí toman(mos)). Los hombres cuicos pernos sí toman
vino, pero no son muy fijados en las marcas. De hecho no compran vinos muy
buenos, porque no lo valoran, y normalmente en un asado o comida nunca va a
haber más de 2 vinos disponibles, aunque sean 10 o más personas. Es muy
probable que 1 de los vinos ya esté abierto porque sobró de una comida
anterior.
Las casas de los cuicos pernos en
general no están decoradas muy modernamente. Aunque sea un matrimonio joven, la
mesa de comedor va a ser entera de madera (y no de vidrio, como se usa ahora),
los sofás del living medios redondeados (y no cuadrados, o mucho menos de
cuero) y probablemente en color crudo, un “bar” de madera, cuadros de paisajes
con marco dorado.
El cuico perno políticamente es
bien de derecha y poco tolerante a cualquier rasgo de progresismo ideológico.
Entre los suyos, van a hablar de los “fletos” (gay), de los “rotos” (refiriéndose
a los socialistas y también a los CME), son bien duros en sus opiniones. En
público se cuidan, como todos los cuicos. Pero sí sacan algo de ronchas en
cuicos menos pernos, porque son muy cerrados en sus pensamientos. No pueden
tolerar que alguien no piense igual que ellos, y lo hacen saber, pudiendo
entramparse en discusiones bastante acaloradas con otros cuicos no pernos. Y
después de esas discusiones, dejan de juntarse con ellos. Como digo, el cuico
perno es muy cerrado y tiene un círculo de amistades muy estrecho, donde pueda
hablar a sus anchas de lo que piensan ellos y sus amigos.
Al cuico perno le gusta jugar
fútbol en ligas. Es como su “escape”, y se junta con otros cuicos pernos todas
las semanas a jugar fútbol. Eso sí es difícil que después se vayan a tomar unas
“chelitas” (jamás dirían chelitas en todo caso). Fútbol y a la casa. Al cuico
perno no le gusta mucho tomar, ya les dije.
La cuica perna es buena para la
charla. Le encanta ir a charlas de formación valórica, de algún experto en
educación de los hijos (de los “niños”), de cómo fortalecer el matrimonio, etc.
Va con amigas, o a veces también va con el marido. Y usan mucho las enseñanzas
de la charla para conversar después, para ir mejorando como matrimonio, como
papás, como lo que sea. Les gusta aprender cómo ser mejores personas, siempre
en el contexto de sus valores y estilo (¡no es que vayan a ir a una charla de
Salfate!). De hecho, la cuica perna
muchas veces hace cursos de algún tema valórico, cursos de biblia por ejemplo,
en los centros de formación que tienen las congregaciones (Familia Unida, por ejemplo) o a veces en la misma
parroquia que frecuentan. También es fanática de la revista Hacer Familia,
donde saca también muchos tips para la educación de sus niños.
El cuico perno no viaja mucho. Sí
puede salir una vez al año, o tal vez para algún aniversario de matrimonio,
pero en general no viaja mucho. En las vacaciones pueden ir a distintos
lugares, pero es muy probable que vayan con un grupo de amigos (como ellos, se
entiende), donde puedan estar tranquilos, los niños jugar entre ellos, y hablar
de las cosas que a ellos les interesan, lejos de la contaminación actual del
mundo (contaminación = liberalismo).
El cuico perno en el fondo es un
poco anacrónico, ellos de alguna manera viven unos años atrás, con valores más
extremos que el resto. Van unos pasos más atrás en términos de liberalidad y
modernidad, y es por eso que no les es fácil juntarse con cualquier persona, y
se refugian entre su círculo más íntimo. Felizmente para el cuico perno,
todavía existen muchos como ellos, por lo que pueden seguir tranquilos con su
estilo de vida, aunque sea en la intimidad de su casa, la de sus amigos, o la Parroquia.