Después de más de 1 año sin actualizar el blog, les dejo mis nuevas columnas, esta vez en www.women-talk.com sección Puntos de Vista (aquí el link: http://www.women-talk.com/#!/allblogs?author=2131 ).
La nueva serie de columnas hablan de #LAGORDA, o sea yo, y su particular visión del mundo.
Espero que las disfruten!!
Cuicoterapia
Análisis sin pretensiones de los cuicos chilenos. Este blog es para reírse, no para ponerse grave!
Cuicoterapia

lunes, 25 de abril de 2016
lunes, 29 de diciembre de 2014
Cuicoterapia, el libro: Mi 1° vez...en TV (cable)
Desde que el blog empezó a “agarrar vuelo”, he ido a varias
radios a dar entrevistas, también me han entrevistado en revistas y diarios.
Pero a la tele le había estado haciendo el quite, a pesar de haber recibido
varias invitaciones, de varios canales. Sólo de pensar en mí misma, con mis 15
kg de sobrepeso, más los 5-7 kg que “agrega la tele”, más mi voz gorda, mi
pestañeo incesante, mi falta de ropa adecuada, mis manos sin uñas decentes, y
un sinfín de problemas de esa calaña, me daba un soponcio máximo.
Sin embargo, ahora que salió el libro, lo que significa algo
de “ingresos” para mí, tuve que vencer mi pudor televisivo, y partí hace un par
de semanas a grabar un programa. Del cable, al menos. No tanta exposición. Mi
lógica fue “qué tanta gente puede ver ese programa”. Así y todo me era un poco
terrorífico. Después de un arduo pensamiento, me puse algo neutro, una
polera/blusa negra q disimula mis rollos, una pollera (no falda, ok?) negra con
unas pocas flores, no tan corta, etc. Fue tan apurado que no alcancé a “hacerme
las uñas”, y sólo pude arreglarme las cejas myself.
Llego al “canal”, y me hacen pasar a la sala de maquillaje.
Les reconozco que me sentí muy importantona, esto de sentarse y que te pongan
esos pañuelitos al borde de la blusa para no mancharte. So famous. Me tenía
sumamente nerviosa el hecho que me dijeron que llegara sólo 15 minutos antes de
empezar a grabar. 15 minutos! En la peluquería jamás me he demorado menos de 1
hora. Pero bueno, la maquilladora y peinadora, SECAS, efectivamente a las 7 en
punto me tuvieron lista, no sé cómo. Y de ahí a esperar. Yo tratando de
conversarles a las niñas, mega huasa les preguntaba todo. Y de repente aparece
un famoso. El señor del tiempo. Ja Ja Ja. Fue lo más famoso que vi. Ah, y
después cuando estuve lista y me “llamaron”, en unos minutos q esperé en el pasillo
apareció un séquito de gente y sentía como la gente murmuraba, y bueno, después
supe que era Ismael Serrano. Lo deduje sólo porque tenía una guitarra y porque
antes habían comentado que estaba. Súper culta yo. OK NOT.
Después aparece un tipo, productor o quién sabe el nombre,
porque en este mundo de los medios hay un sinfín de personajes que tienen
tareas muy específicas y uno nunca sabe quién es quién. Como sea, este tipo
procedió al ítem poner el micrófono, y una cajita que se pone en la espalda. El
pobre me pedía perdón cada 2 segundos porque en el fondo la cajita esa queda
como casi en el poto, entonces era un poco peligrosa la maniobra de instalarla.
Lo mismo del micrófono, tenía que pasarlo por debajo de la blusa (eso lo hice
yo, obvio), y después engancharlo como en el “escote”. Eso fue un poco tenso.
Más encima me pide que me enrrolle más mi collar (de bisutería, pero herencia
de mi abuela igual) para que no choque con el micrófono. Eso me estresó más
porque ya no tenía espejo para revisarme y según yo, el collar con 3 vueltas
iba a hacerme ver con un cuello gordo. Más gordo aún. Pero no me quedaba otra.
De ahí al estudio. Era el mismo del noticiario (o
noticiero?) central, pero por un lado. Menos mal había poca gente y menos mal
no hacía calor, porque yo soy tremendamente transpirosa. Había otra serie de
personajes, una niña que después me dijeron que se llama algo como “encargada
de sala” o “encargada de piso”, que es la que le da las instrucciones al
conductor. Unos camarógrafos, y en la entrada, un tipo bien destartalado,
entradito en carnes, con su correspondiente identificación colgada al cuello,
pero que nunca supe qué hacía. La única pista eran unos vasos de agua que había
en la mesa donde él apoyaba su codo. Sería el aguatero? Existirá ese concepto?
En cualquier caso a mí no me ofrecieron agua ni nada por el estilo.
En algún punto empezó el programa, que era como una
entrevista. Me tenía nerviosa qué hacer con mis piernas, si las cruzaba hacia
el lado de las cámaras, se me iba a engordar la pantorrilla, si las cruzaba
para el otro lado, se me iba a ver “mucha pierna”. Si las dejaba juntitas bien
lady, estaba incómoda. Al menos estaba sentada bien derechita por esa cajita
del micrófono que no me dejaba “echarme”. Igual sé que de repente me rasqué la
nariz, o la cara, seguramente hice gestos raros, y además de todo, y esto es lo
peor, hablé como siempre: o sea mucho. Nunca he tenido capacidad de síntesis, y
en estos programas cortitos hay que saber resumir. Pues bien. No lo logré.
Igual no fue tan atroz, no tuve voz de nerviosa ni nada de eso. Pero sentía esa
maldita cámara apuntando mi perfil, que es lo que más odio en la vida: mi
perfil sin pera y con mi mega nariz y mis mofletitas.
El programa salió el viernes (19), pero no lo vi, y el sábado
(20) mi marido estaba haciendo zapping y de repente vi una cara “conocida”: YO.
Y ahí lo estuvimos viendo, yo con ojos entrecerrados porque me daba como monos.
Pero después de todo no fue tan atroz. Gordita sí, pero no una gorda macabra,
una gordita amorosa. Mi voz gorda, un poco menos gorda de lo que pensaba. El
estuco era tanto que no se me veía ninguna imperfección en la cara. Y mis
gestos de manos me hacían parecer súper profesional. La capacidad de síntesis
nula, lo que confirmó mi teoría. Al menos ya sobreviví. Ahora vamos a ver qué
pasa si alguna vez tengo que ir a la televisión abierta!
pd: después de este programa fui a un "Late", después contaré esa experiencia.
pd2: aparentemente la otra semana voy a un matinal. De terror.
Yo, muy profesional (si oh)
lunes, 22 de diciembre de 2014
Cuicoterapia, el libro: reacciones de cuicos
Desde que apareció mi libro, y en realidad mucho antes,
desde que lo empecé a escribir (bueno, no fue tanto antes tampoco), mi círculo
de familiares y amigos, la gran mayoría cuicos de diferentes tipos, me han
hecho sus comentarios y reacciones.
Así por ejemplo (en el libro, cada tipo de cuico tiene su ilustración, aquí pongo algunas. Las ilustraciones son de Alvaro López, http://www.mutante.tv )
Un cuico agrónomo, ya mayor, me dijo que el título de ese tipo
de cuico debería haber sido “cuico agricultor” porque “los que estudiaron
agronomía no son necesariamente como nosotthros (los verdaderos cuicos
agricultores)”. Otro cuico agrónomo, joven, me dice que ya no existen de esos
cuicos agrónomos tan “apatronados”, que ya están en retirada, que ahora son
mucho más “normales”. Pero yo lo veo y esa deferencia con los inquilinos sigue
intacta.
Los cacos, 100% hinchas, muy orgullosos y además muy chochos
de contarle a sus otros amigos caco que conocen a la autora de Cuicoterapia.
Ven que los contactos de los caco son más limitados, y dadas las
circunstancias, pasé a ser un “contacto deseable”. De hecho a una amiga caco,
una vecina (recuerden que son muy cercanos con sus vecinos) le dijo que no
podía ser que ella fuera amiga mía, si no teníamos nada que ver. Caco clasista
no más. Y lo digo aquí en público: caco vecina de mi gran amiga caco: sí, ¡¡¡somos
muy amigas!!! #inyourface
Los CME (clase media emergente, para los que no han leído el libro) están siguiendo atentamente cada entrevista y reportaje relacionado con el libro, probablemente tratando de aprender y conocer más la realidad cuica para poder imitarla de mejor manera. Creo que vamos a empezar a ver CME hablando de anteojos en vez de lentes en un corto plazo. Y probablemente ahí va a ser cuando los cuicos empiecen a hablar de lentes ja ja ja.
Los cuicos seduc, con su estilo siempre tan amable y
educado, me han felicitado con hartos signos de exclamación, usando términos como
“seca!!!!!!!” “te pasaste!!!!!!”. Muy amorosas, debo decirlo. Otros seduc han
sido un poco más reservados para sus comentarios, probablemente porque les “duele”
un poco mi burla. Uno me dijo “estoy “pensando” comprar tu libro”. Probablemente
hay un conflicto interno en él, entre poder reírse de su especie, o ver, con
estupor, cómo se revelan las intimidades seduc. A los cuicos pernos les pasa
parecido, se ríen mucho, pero mantienen algo de reserva también. Yo creo que
tienen sentimientos encontrados: por un lado están felices que me vaya bien con
mi libro, y lo encuentran divertido y todo, pero por otro lado también hay un
cierto resquemor de leer cosas de su intimidad y “trancas”.
Las cuicas clueless, adivinen: obvio que ni idea del blog,
ni del libro, ni de nada. En un ataque de autobombo, y rompiendo mi ley de no-hablar-de-cosas-extracolegiales-en-los-whatsapp-de-los-cursos-de-los-niños”,
mandé información para promover mi libro. Y, por supuesto, las clueless
saltaron con un “¿qué? ¿Cómo? ¿Escribiste un libro? ¿Y de qué se trata?”. Por
supuesto, las empoderadas ya estaban totalmente enteradas, vía redes sociales
probablemente, o gente de su oficina. Las besis, en el fondo no se interesaron
mucho. Tal vez si el libro hubiera tratado de anécdotas colegiales, les habría
interesado más. Las naif un poco como las clueless, sin cachar mucho, pero muy
tiernas, celebrando mi logro.
Las viejas cuicas en general han sido muy hinchas, para
ellas es lo máximo esto de ver descrito todo lo que ellas siempre han sabido y
aplicado. Al fin alguien que las entienda, no sólo por la descripción de ellas
mismas (eso no les gustó tanto), sino por este mundo cuico que ellas tanto
protegen y defienden. He recibido comentarios de la talla de “genia”. Jaajajaja.
El cuico consolidado, con un somero “buena”, y anormalmente
preocupado de las ventas. Al punto de preguntarme diariamente “¿cómo van las
ventas, has sabido algo?”. No saben que aunque venda toda la 1° edición y
aunque salgan varias más, no me “forraría”, que es lo que ellos se deben
imaginar. Más allá de eso, su interés es limitado.
El cuico progre. Uf. La
gran mayoría de los cuicos progre se han tomado este asunto “a bien”. Pero la
verdad es que casi ninguno se reconoce como progre. Yo creo que les da como “pudor”
reconocer que son tan onderos. Siempre es: “conozco a tantos así”. Pero nunca
se asumen como tales. El caso más curioso es de una cuica progre, que
definitivamente me quitó el saludo. No estoy exagerando. ¿La razón? Entre los
nombres de niños progres, estaba el de su hija y el de hijos de otras amigas de
ella (y ex mías, al parecer). La verdad es que ha sido el momento más incómodo
ese de saludar a esta persona y que se quede tiesa como momia, sin mirarme, sin
emitir sonido ni hacer movimiento. Nunca me había pasado, les juro. Pero bueno,
así es la vida, ¡¡no se le puede caer bien a todo el mundo!!
En general, todo el cuiquerío ha tenido una buena reacción
ante el blog y ante el libro. De hecho, muchos se declaran “fan” o “fans” jaja.
Yo pienso que a todos nos gusta sentirnos parte de algo, sentirnos “normales”,
al menos a nosotros los chilenos que somos por definición inseguros. Ya, obvio
que muchos van a saltar diciendo que él/ella no, que le da lo mismo y que se
siente súper seguro. OK, se los concedo, pero en el fondo del corazón igual es
rico sentirse identificado con algo, como que da una sensación de pertenencia.
Pensaba en Los 80, al final yo creo que una parte del éxito fue la producción,
el cuidado de los detalles, de que todos dijimos “oh, yo tenía ese mismo
cuadro/decoración, etc.”. No quiero ni tratar de ponerme a la altura de Los 80,
pero al final es lo cotidiano lo que nos hace “click”.
Y como autobombo final, les cuento que en poco más de 1
semana en librerías, Cuicoterapia está en el lugar 8 y 7 del ránking de La
Tercera y El Mercurio (respectivamente), de libros más vendidos de la semana. ¡¡Asique
a comprarlo antes que se agote!!
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lunes, 1 de diciembre de 2014
Cuicoterapia, el libro
Queridos todos,
con mucho orgullo les cuento que mi libro Cuicoterapia ya está listo, sale a la venta el fin de semana del 6-8 diciembre. Ustedes, fieles (o no tan fieles) lectores del blog son una parte importante de que este libro haya salido a la luz, con sus comentarios y visitas, asique muchas gracias a todos!! Como adelanto, la tapa y contratapa:
Estará a la venta en las principales librerías, ya que la Editorial es Planeta, muy grande y con muy buena distribución!!
También estará disponible como EBOOK!!!
El libro tiene más del doble del contenido del blog, con al menos 7 tipos "inéditos" y conceptos generales de todos los cuicos que no se han tratado en el blog.
¡¡¡Un imperdible este verano!!!
¡¡Compren su copia antes que se agote!!
con mucho orgullo les cuento que mi libro Cuicoterapia ya está listo, sale a la venta el fin de semana del 6-8 diciembre. Ustedes, fieles (o no tan fieles) lectores del blog son una parte importante de que este libro haya salido a la luz, con sus comentarios y visitas, asique muchas gracias a todos!! Como adelanto, la tapa y contratapa:
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lunes, 17 de noviembre de 2014
Mamás Cuicas (parte IV): Cuica Naif



(Este es mi último post pre-libro. El libro viene con hartos perfiles nuevos y los perfiles ya publicados acá están actualizado y profundizados, más toda una primera parte introductoria de temas generales de cuicos, no se lo pierda! desde diciembre a la venta)
La cuica naif es esa cuica que vive en un mundo paralelo. Es «pariente» de la cuica clueless, en el sentido de que no está muy alerta a lo que pasa, pero la cuica naif tiene esa cosa ingenua, casi infantil. Es muy dulce, muy amorosa y muy preocupada.
La cuica naif no cree en la maldad de la gente, y si llega a creer, sufre por ello. Ella de verdad ruega por la «paz del mundo», igual que las candidatas a Miss Universo. La cuica naif no se entera mucho de lo que pasa en el planeta; sabe que hay unas guerras por aquí y por allá y que algo pasa con la economía, pero en general no tiene mucha opinión sobre la contingencia. De hecho, lo que sabe es lo que sabe su marido. La cuica naif admira a su marido por sobre todas las cosas. No es que sea una geisha (puede serlo, pero no necesariamente), pero para ella su marido es la persona más inteligente y seca de la tierra. Ella confía ciegamente en las decisiones y opiniones de su marido.
Es probable que la cuica naif no trabaje, entonces su marido es su contacto con el mundo exterior. Por supuesto, está muy dedicada a los niños, pero no en un estilo tan «mateo» como el de las besis. Sí se preocupa de ellos, siempre, pero más que todo le gusta «estar» con ellos, compartir actividades con ellos (pintar, cocinar, jugar con plasticina), tenerlos bien vestidos, darles la comida, bañarlos, contarles cuentos, todo lo que digan los libros de autoayuda para padres. Porque la cuica naif «compra» todo lo que lee y escucha. Si sale un artículo que dice que las vacunas son malas, se espanta, lo comparte en Facebook y probablemente llame al pediatra para preguntarle si es verdad; es común verla pregonando sobre los «estudios» que ha leído sobre tal o cual enseñanza, enfermedad o cualquier tipo de información relacionada con la familia. Se toma muy en serio su rol de mamá y señora y trata de cumplirlo a cabalidad: hay que dejar tiempo para estar con el marido, los niños tienen que tener una rutina, etc.
Obviamente, la cuica naif les restringe a sus hijos las cosas «ricas», solo las pueden comer el fin de semana o cuando la ocasión lo amerite. Tiene un sofisticado sistema de recompensas y castigos, seguramente en algún mural donde pone estrellitas para que sus hijos se motiven a portarse bien. Si se portan mal, los manda un tiempo afuera y, como dicta la «psicología», después conversa con el hijo (aunque tenga dos años) sobre cómo sus actos acarrean consecuencias y le transmite que no es que ella no lo quiera, sino que lo adora y quiere que entienda. Ella trata de ser consecuente, no importa cuán cansada o aburrida esté, ella no transa los horarios, las rutinas ni los sistemas de aprendizaje. Y cuando se junta con sus amigas, el tema de conversación es todo lo que hace y no hace para luego repetir (como loro) lo que ha leído en los artículos, asumiendo que es la verdad absoluta y que no existe otra forma de criar a los hijos o relacionarse con el marido.
Ahora bien, no es que esto sea malo en sí, el problema es que en la vida real las cosas no funcionan a la perfección. Y de repente un hijo sale más mañoso o más rebelde; quizás le pega a otros niñitos en el colegio. Y ahí es cuando la cuica naif entra en colapso, porque no logra entender cómo, si ha cumplido al pie de la letra todas las «instrucciones» para ser mamá, su hijo «falla». Por supuesto, en ese momento recurrirá a otro tanto de literatura o se cansará de buscar en Google dónde está el problema o cómo se puede solucionar. Es muy probable que pida entrevista con la profesora una y otra vez o que lleve a su hijo a una psicóloga, lo que sea con tal de salir de este impasse. El marido, que generalmente es muy paciente, la escucha, la apoya, la acompaña a las entrevistas y hasta capaz que lea los artículos que le manda su señora.
Es altamente probable que la cuica naif salga con su marido una vez a la semana, los dos solos, tal como se recomienda, y probablemente se manden unas escapaditas de fin de semana, pero porque eso es lo que hay que hacer para mantener vivo el matrimonio. Seguramente, no es muy esquiva con el marido a la hora de la «intimidad» y mantiene una «rutina» en cuanto a la frecuencia sexual, porque ella entiende que eso le hace bien a la pareja y que ayuda a mejorar la relación y a mantenerse cercanos.
La cuica naif es seca para las manualidades: pintura, escultura, cuadros, cocina, cerámica, macramé, bordado, tejido, patchwork, decoupage, etc. Esto la relaja y la saca de este mundo tan «exigente» que se ha creado. A veces «emprende» y vende sus creaciones entre sus amigas y conocidos.
Por supuesto, dedica mucho tiempo y esfuerzo a su casa, a que todo esté en su lugar y la decoración sea perfecta; es «busquilla», por lo que siempre tiene buenos datos de maestros o de géneros baratos. Al igual que la cuica empoderada, es fanática de Pinterest, de donde saca miles de ideas de decoración o de actividades para los niños. Es muy preocupada de que su casa esté linda y está pendiente de cada detalle cuando viene gente a un cumpleaños o una comida. Es probable que ella misma cocine, que compre flores para poner por toda la casa y que la mesa tenga alguna cosa «chora», como los nombres de los comensales escritos a mano en una tarjeta. Ir a la casa de una cuica naif es comida rica y buena atención asegurada. Eso sí, puede ser un poco deprimente para los que no son tan afanados en lo doméstico, porque todo está perfectamente en su lugar, cada pieza decorada de mejor forma que la otra. La cuica naif es algo así como una Martha Stewart en versión naif (valga la redundancia).
miércoles, 29 de octubre de 2014
El cuico porro (la némesis del Cuico Consolidado)

Como en todos lados, la
“cultura cuica” tiene personas inteligentes y no tanto, mateas y no tanto,
esforzadas y no tanto.
El cuico “porro” (puede ser
mujer u hombre) es ese que nunca le va bien en el colegio, al que seguramente
echan de uno o más colegios o sale a duras penas del colegio original,
probablemente puede haber tenido mala conducta, “desordenado”, o lisa y
llanamente le faltaba un poco de crujidera de mate, al menos en lo que a ramos
estándares se refiere.
Pero el cuico porro es
cuico, por lo tanto el hecho que le vaya mal en el colegio no altera su actitud
triunfadora ante la vida. Va a entrar igual a la universidad, ojalá una que le
quede cerca de la casa (por ejemplo, la UDD), porque sabe que el puntaje no le
va a alcanzar ni por lejos para una tradicional. Probablemente se va a demorar un buen
tiempo en sacar la carrera (la que sea), se va a echar ramos, capaz hasta
congele algún semestre. Pero de alguna u otra manera logra terminar su carrera.
Lo que pasa después con el
cuico porro es lo interesante. Es muy probable que el cuico porro no se demore
tanto en encontrar pega, pero para encontrarla no va a recurrir a los canales
tradicionales, sino a los contactos de sus papás y de él mismo. De hecho no es raro que un cuico porro trabaje en la empresa de su papá (¡¡no es que todos los que trabajan en empresas de su familia sean porros!!) o de algún pariente.
Pero mucho
cuico porro, la gran mayoría, se dedica a emprender, a negocios “originales” o
innovadores. Y ahí la “rompen”. Porque el cuico porro de alguna manera aprendió
a compensar sus “malas notas” con carisma y encanto. Se acostumbró a rogar a
los profesores que le subieran la nota, a “engrupir” con los cuentos más
insólitos. Básicamente aprendió a ser encantador, “charming”. Y esa
“inteligencia emocional” que desarrolla el cuico porro es la que le permite
hacer su empresa, a no tener miedo de ir a tocar puertas y conseguir auspicios o lo que necesite.
Típicamente va a tener una productora, o tal vez esos carritos de comida que están de moda, o tal vez haga asados a domicilio, o tal vez venda verduras, o tal vez incluso ponga un restorán o bar. Hay de todo en el mundo del emprendimiento del cuico porro.
Aunque no tenga idea de cómo hacer negocios, siempre va a conseguir algún amigo más mateo
(pero menos popular) que lo ayude. El cuico porro se acostumbra a pedir ayuda,
sabe perfectamente a quién recurrir cuando no sabe algo de finanzas, o algo de
leyes.
El cuico porro tiene un “salvavidas” para cada tema. Salvavidas
gratuitos, se entiende, no es que vaya a contratar a un abogado, sino que va a
recurrir a su amigo abogado todas las veces que sea necesario. El cuico porro
es “humilde”, él no tiene problemas en reconocer que hay cosas que no sabe y
que otra gente es mucho más capaz que él en ciertas cosas, y si son sus amigos,
obvio que los pueden ayudar. Eso sí, los amigos igual a veces se agotan del
cuico porro, porque es lo más catete que hay, puede llamar a su amigo abogado 5
veces el mismo día para preguntarle dudas, no tiene ningún tipo de “pudor” en
ese sentido.
De esa forma el cuico porro
siempre, siempre sale adelante. De hecho, muchas veces le va hasta mejor que sus
compañeros mateos/pernos, que tal vez tenían mucho coeficiente intelectual,
pero nunca desarrollaron las habilidades “blandas” que el cuico porro tiene.
El cuico porro es un “self
made man” en términos laborales, es lo contrario del cuico consolidado.
Mientras el cuico consolidado estudió una buena carrera, en una buena
universidad, estudió un postgrado y ha hecho una carrera como empleado de una
empresa, el cuico porro nunca estudió mucho, nunca se esforzó mucho, pero con
su empresa logra las mismas cosas que un cuico consolidado. Y a veces más. No pocas veces el cuico porro se forra. De hecho es muy probable que la empresa o emprendimiento que haga un cuico porro sea sumamente exitosa, especialmente dentro del mundo cuico. Porque generalmente el cuico porro, aparte de ser encantador como ya dije, es cool, es estiloso, es ondero...¡y cuico! Así a quién no le dan ganas de comprarle algo! (puede que también tenga una capacidad innata para los negocios, eso no lo niego)
Al cuico consolidado le da un poco de envidia la
vida “sin horarios” del cuico porro. Le da un poco de envidia que el cuico
porro se haya pasado la vida “haciendo de su vida un poema” y ahora está
“forrado”. El cuico porro más que envidiar, admira al cuico consolidado, lo
admira por todo lo que sabe, lo encuentra “seco”, y por eso recurre a él cada
vez que lo necesita.
Finalmente, el cuico porro es la demostración empírica que la "educación tradicional" no lo es todo. El cuico porro no es que sea una persona más tonta, menos capaz, pero sí puede haber sido más distraído, más inquieto, y ciertamente con otras habilidades que no se evalúan en los colegios (en ninguno, pagado o público, ojo). La ventaja del cuico porro respecto a porros no cuicos, es que el cuico porro, como todos los cuicos, tiene ese respaldo, ese colchón, es red que lo protege, lo que le permite arriesgarse y desarrollar su potencial, sea cual sea ese.
lunes, 20 de octubre de 2014
El cuico híbrido

El
cuico híbrido es ese cuico que tiene una mezcla de cuicos en sus orígenes, o
tal vez una mezcla entre cuico y no cuico. Por ejemplo, un cuico híbrido es el
que tiene un lado de su familia de origen árabe, y el otro podría ser cuico
progre. O tal vez un lado es cuico inmigrante y el otro cuico agrónomo. O tal
vez su familia de origen es homogénea, pero la de su marido o señora es de otro
estilo.
El
factor común de los cuicos híbridos es que por alguna u otra razón, han convivido
con diferentes estilos de vida (cuica y/o no cuica), lo que los ha transformado
en gente híper-adaptable. Esto tiene su lado bueno, porque caen bien en
cualquier círculo, pero el lado malo es que les cuesta encontrar un lugar donde
se sientan realmente cómodos o puedan ser ellos mismos.
El cuico híbrido es muy difícil de detectar, nunca
se nota. Es piola, piola, piola, en el sentido “quitado de bulla” de la
palabra. Totalmente bajo perfil. No son particularmente pernos, ni
particularmente progres. No tienen un estilo muy definido para vestirse y en
general son amables con todos.
En general, en las reuniones sociales no hablan
mucho de sí mismos, por lo que no es fácil saber lo que piensan. Son amables si
se les pregunta, pero en general no dan muchas luces de lo que les gusta y no.
Insisto, son “bajo perfil”. Son un poco enigmáticos para el resto de los
cuicos, porque no saben bien “dónde ponerlos”. Puede que un cuico híbrido venga
de provincia, o puede que haya estado en colegios tan disímiles como el Saint
George’s o las Ursulinas, pero no tienen el perfil “clásico” de la gente de esos
colegios.
Gracias
a su característica de moldeable, el cuico híbrido sabe perfectamente qué
códigos usar en las diferentes circunstancias. Si está con cuicos seduc, sabe
que es mejor que “convide” antes que “invite”. Sabe perfectamente que no puede
contar que se tomó una(s) ricas copas de vino o mucho menos que se fue con
el/la pololo/a a algún lado el fin de semana. Sabe que no puede hablar de temas
polémicos como el AVP (acuerdo de vida en pareja) o el aborto, independiente de
si está a favor o en contra, pero prefiere no entrar en terrenos que pueden ser
complicados.
Cuando
se junta con sus amigos progres o más liberales, sabe que es mejor no hablar que fue a misa o
incluso que tiene amigos seduc. El cuico híbrido puede tener amigos muy
diversos, pero por Dios que le cuesta encontrar un grupo de amigos donde pueda
ser realmente “sin filtro”, no tener que andar cuidando lo que dice o tener que
sonreír ante comentarios que pueden estar ofendiendo a su otro grupo de amigos
o a sus propias creencias.
Porque
el cuico híbrido, por su origen heterogéneo, no se puede clasificar ni como
facho ni como comunista, ni como conservador ni como liberal, porque tiene
opiniones propias para cada tema, que no necesariamente son encasillables en
ningún estereotipo. El cuico híbrido puede estar en contra del aborto, pero a
favor de la legalización de la marihuana, o puede estar de acuerdo con la
educación gratuita para todos, y en contra de la reforma tributaria. El cuico
híbrido es, de alguna manera, un poco más “libre” en lo que piensa, aunque decirlas
le significa ser tildado alternadamente de “rojo” o de “facho”, o de “perno” o
de “progre”, dependiendo de la gente con la que esté.
Es poco probable que un cuico híbrido tenga a sus
hijos en algún colegio “top of line” (a menos que le quede cerca). Más les
importa que el colegio quede cerca de la casa, que sea bueno. No se va a
estresar por el hecho que su hijo/a quede en los colegios más solicitados. Seguramente sus hijos
están en el San Francisco de Asís, en el San Miguel Arcángel, o tal vez en el
Padre Hurtado y Juanita de Los Andes. Puede que los tenga en un colegio más
grande, como el Cumbres o Everest, pero son los que no se notan, que no hacen
ruido, no molestan. De hecho pueden tener o venir de cualquier colegio, pero no son clasificables en ningún estereotipo.
Tampoco se va a preocupar de ir a los lugares de
veraneo más top que haya. Los conoce, pero probablemente vaya a lugares más
tranquilos. Tal vez un año vaya a Puerto Varas, o a recorrer la Carretera
Austral en familia, pero también puede que otro año vaya a Las Tacas o incluso
Matanzas. Es depende de lo que le den ganas no más, lo que sea más conveniente
para ellos.
Para el cuico híbrido, celebrar su cumpleaños
o algún evento se transforma en un verdadero dolor de cabeza. Cómo presentarle
a su mamá (vieja cuica) a su amigo cuico abajista que anda en micro y tiene
pelo rasta o tal vez usa aro en la nariz (¡qué horror!). O peor, a sus amigos
no cuicos (¡que son muy buena onda!). O cómo presentar a sus amigos seduc con sus
amigos progre, sin que alguno se burle de los otros. Finalmente los cumpleaños
de los cuicos híbridos son bien “variopintos”, y el cuico híbrido tiene que
aguantar que después, cada tipo de amigo o pariente le haga algún comentario del
otro tipo de amigo o pariente. “Qué loca esa amiga tuya con piercing en la
guata”, le va a decir la prima cuica seduc. “Qué perna tu prima”, le va a decir
la otra amiga. Y así. Es parte de la vida del cuico híbrido escuchar
comentarios adversos de uno y otro lado, y para todo poner cara de póker. Una sonrisita amable, un comentario "híbrido" y listo.
El
cuico híbrido, por tener tanta variedad de personas en su entorno, tolera que
alguno de sus amigos diga “lentes” o viva en alguna comuna “non grata” para
otros cuicos. Es posible que incluso delante de esos amigos él mismo diga
lentes. Porque al cuico híbrido lo que más le importa es caerle bien a todos,
no ser etiquetado de nada extremo. No es que no quiera ser cuico, ni nada por
el estilo, sino que su historia de vida ha estado marcada por situaciones tan
diversas, que es capaz de entender y querer diferentes estilos y formas. El
cuico híbrido es de alguna manera más tolerante que todo el resto de los cuicos.
En
el fondo el cuico híbrido toma los elementos que le acomodan de cada estilo, y
por eso es una persona difícil de detectar, porque tiene rasgos de uno y otro
tipo, sin ser 100% de ese tipo. Aunque parece muy adaptable y flexible, al
final igual tiene perfectamente clara su opinión de las cosas y su propio
estilo, pero casi nunca se atreve a ser 100% espontáneo, porque sabe que el resto es
mucho más cerrado en sus pensamientos.
Sólo cuando logra encontrar
a otro cuico híbrido – que aparte del hecho que no son muchos, cuesta encontrarlos dado
que son tan adaptables que se confunden con otros tipos de cuicos – al fin
logra desahogarse y básicamente ser auténtico...y pelar todas las cosas raras
que tiene toda la gente que conoce. Porque finalmente para el cuico híbrido, todos los estereotipos son un poco "raros", un poco "curiosos". Al final, en el fondo fondo, se siente en un nivel un poco superior al resto, siente que él/ella sí tiene las opiniones correctas, que no se deja llevar por modas ni por estereotipos, y por eso con sus amigos híbridos "no deja títere con cabeza".
Pd: este post está dedicado con mucho cariño para los
“Weones”.
miércoles, 24 de septiembre de 2014
El Redset
(Entrada Comunidad Ecológica de Peñalolén)
Aunque parezca difícil de
creer, hay una facción (menor) del cuiquerío que es “roja”. No demócrata
cristianos ni nada de eso intermedio. Lisa y llanamente ROJOS. Probablemente
militaron en el MIR o el MAPU o alguno de esos movimientos de izquierda que eran para más
cuicos. Son 100% de izquierda. Al menos en términos políticos. Estos son los "red set", "izquierda caviar" (que viene del francés, "gauche caviar") o "whiskierda".
Pero son cuicos. El redset
no vive en cualquier lado. Al redset le gusta la naturaleza, la tranquilidad,
el aislamiento, los espacios grandes. Tienen algunos reductos muy marcados: El Arrayán, La Reina (cerca del "Country", casas Castillo Velasco, que son como las Ley Pereira para los cuicos progre),
Peñalolén (Comunidad Ecológica) y La Florida alta (Lo Cañas) y el Cajón del Maipo.
El redset, por definición, rechaza
la “pulcritud”. Por eso nunca jamás usan terno (si llegaran a usar, por alguna
razón muy especial, nunca va a ser un terno tradicional con camisa de color
tradicional y corbata de color tradicional o zapatos tradicionales). Al redset
le gusta ser chascón. Siempre tienen barba. El pelo un poco largo los hombres,
un poco desordenado. Las mujeres siempre se ven un poco chasconas. No se tiñen
el pelo, por lo que es muy común ver mujeres del redset de menos de 50 (o 40!)
con el pelo blanco. Largo, ruliento, blanco. Un clásico. Las mujeres no se
arreglan mucho, siempre a cara lavada, las uñas sin pintar. No es que sean
descuidadas, pero son “tonteras” para ellas. Usan vestidos o polleras largas,
una cosa media hippie. La cuica redset no se preocupa de combinar la ropa, para ella lo más importante es lo natural del material y la comodidad.Compran ropa en sus viajes o se las mandan a hacer. Un referente del redset es María Inés
Solimano, que hace vestidos de novia o cualquier tipo de vestidos especialmente
pensados para el redset, tejidos a palillos por unas artesanas de Tongoy. En el fondo el redset es una suerte de
neo-hippie (ya sabemos que los hippies originales de USA eran cuicos rebeldes.
Estos son como esos).
Sus casas siempre son bien
“choras”. Una arquitectura extraña, mucho ladrillo o viga a la vista, piso
batuco, seguramente los que han construido hace poco contrataron a Sergio
Andrade (arquitecto conocido por el redset, aunque algunos no tan “red” también
lo han contratado, supe). Están llenas de adornos y cosas raras. Obvio que los
sofá del living van a tener alguna manta de alpaca o similar, traída de San Pedro de Atacama o de
Cusco. La decoración tiene harto cachivache, pero no cualquiera, sino cosas
entretenidas, antigüedades, objetos recolectados en algún paseo por el sur
(comprado a algún artesano local), cosas traídas de sus viajes por el mundo.
Las cocinas siempre son medias “campestres”. Cerámica azul y piso rojo, con
muebles de madera. O tal vez cerámica celeste y piso blanco con negro. Las
ollas colgando del techo. Un caos estudiado. Porque son cuicos finalmente, son “desarreglados”,
pero no sacrifican calidad. Cuidadosamente “desastrosos”, se podría decir.
Parecen descuidados, pero todo está pensado así, no es casual que sus casas
sean así, con grandes jardines, pero jamás cuidados tipo “palacio de
Versalles”. Todo lo contrario, mucho árbol nativo, plantas del sector, poco
pasto, más bien algo más boscoso. Obviamente tienen su propia huerta, el “autocultivo”
como le llaman algunos (ya sabemos qué tipo de planta se podría encontrar ahí),
todo muy orgánico, nada de fertilizantes artificiales.
Siempre tienen grandes
bibliotecas, porque son muy cultos y lectores. Les interesa mucho la
literatura. Pero no es que uno se vaya a encontrar con un libro de Pilar Sordo.
Jamás. Son cosas elevadas: autores franceses (les mata “La France”) como
Foucault o Bourdieu, alemanes de la escuela de Frankfurt como Marcuse o
Habermas, o quién sabe qué escritores que el resto de los mortales ni siquiera
hemos escuchado nombrar (autores ingleses no, porque tienen teorías muy
“liberales”). Por supuesto después los citan en sus reuniones sociales. Para el
redset es fundamental demostrar sus conocimientos en sociedad. Es muy difícil
(imposible) contradecirlos, porque siempre van a sacar a relucir algún autor
que tiene alguna teoría que avala lo que está diciendo.
La cultura es fundamental para ellos, ser doctos, ilustrados. Estudian mucho, generalmente tienen postgrados (ojalá doctorados), en el extranjero, obvio. Saben de muchas cosas, y generalmente se dedican a temas ecológicos, medioambientales, políticas públicas o cualquier cosa que pueda ser un “aporte” para la sociedad y donde puedan poner en práctica sus múltiples conocimientos.
Al redset se le puede
encontrar en el Sátira (en la Plaza San Enrique) que curiosamente tiene de
decoración una biblioteca con libros. A los del lado sur les gusta el Kahuín (ex-Pub La
Rosa, con música en vivo de Santiago del Nuevo Extremo, Quilapayún, Manuel García y otros de ese estilo. El bar The Clinic
y el Liguria, aunque son bien taquilleros, igual son redset-friendly. Obvio que
van a La Piojera y El Hoyo. También salen a comer rico, a La Petite France, el
Baco o al Rívoli.
Al redset le gusta tomar vino.
Vinos buenos, obvio. O bajativos. Tal vez un buen whisky, tal vez algún licor
hecho artesanalmente por ellos mismos o algún vecino o conocido, usando
productos de su huerta. Son redset, ¡pero les gusta lo bueno!
La vida del redset es muy
“european style”. De hecho conocen Europa como la palma de su mano. Ya sea
porque los exiliaron o se “fueron” para la dictadura, ya sea porque fue a estudiar
afuera algún doctorado, ya sea porque se va de viaje no
más. Al redset le mata Europa, pero la Europa culta, nada de ir a la Torre
Eiffel, ni al Louvre (seguro que los conocen, pero no hablan de eso).
Obviamente conocen museos especiales dedicados quizás a la vida y obra de
alguno de los autores que les gustan, restoranes especiales (nada de baratos,
obvio), cafecitos especiales. Tienen una particular afición por Europa del Este
(bah, q raro) y conocen los lugares más recónditos, siempre que tengan alguna
huella cultural importante.
Por supuesto el redset
desprecia el capitalismo, los malls son una tortura para ellos (es muy poco
probable que vayan a uno). Jamás ponen un pie en La Dehesa, que es como el
infierno en la tierra para los redset. Ellos están por el comercio justo, por
la huerta orgánica, por la vida sana, la vida de barrio. Igual tienen sus ricos autos, 4X4, Volvo, nunca Mercedes o BMW eso sí. Pero les matan los autos.
Si hacen deporte, es del
tipo andinismo, escalada libre, o cosas así medias extremas, medias “wild”. No
tienen problema en experimentar cosas diferentes, salir de la rutina, vivir
emociones extremas.
Tienen una gran afición por
las “etnias” también. Seguramente han ido a India, o tal vez a África, donde se
empaparon de la cultura del país, y seguramente trajeron una máscara o una
flauta o algún artilugio de esa cultura que exhiben orgullosamente en su living.
La cultura latinoamericana también les llama poderosamente la atención, probablemente
han visitado alguna “tribu” amazónica donde tal vez les dieron algún “elíxir”
(a.k.a. droga) muy increíble que los hizo conectarse con la diosa madre de la
tribu o han ido mochileando por todo Centroamérica, comiendo con los locales y
durmiendo a la intemperie tal vez, como para entender la forma de vida de estas
“personas”.
Al redset le gusta la playa,
pero no cualquier playa. Tiene que tener ese toque “rústico”, ese toque
“local”. Tongoy es un lugar muy de redset, tal vez Bahía Inglesa, o un
recorrido por playas “vírgenes” del Norte. Por supuesto Tunquén, que es como el
paraíso del redset. Casas no muy cerca entre ellas, con buena vista, poca
modernidad, todo muy rural y agreste, donde pueden desconectarse y tener largas
tertulias con sus congéneres. A otros les gusta Cartagena o Las Cruces, algo
bien popular, obvio, pero no es que vayan a la playa a juntarse con el
“rasquerío”, sino que van durante el año y ahí dan rienda suelta a sus
escritos, pensamientos y lectura. También les gusta el sur bien sur. Tipo
carretera austral, puede que hagan un viaje para ir a pescar o a pensar o a
buscar tal vez una planta especial para hacer algún licor o palos para
construir una cava, algo bien rebuscado.
A los hijos obviamente los
meten en colegios como el Altamira, Latino(americano) Cordillera, La Girouette, Alianza
Francesa, y algunos Waldorf como el Giordano Bruno o el Rudolf Steiner
(favorito de los de la Comunidad Ecológica de Peñalolén). En estps colegios el uso de uniforme es bastante limitado (qué tercermundista y facho uniformarse) y tienen sistemas educativos más acorde a sus creencias, no tan estructurados ni con tanto horario ni cosa capitalista. Se permiten pelos de colores, piercing, tatuajes, cualquier tipo de "expresión" que necesite tener el adolescente. Lo importante es no restringirlos para no limitar su creatividad y potencial de desarrollo.
Lo curioso, o no tan
curioso, es que al final siempre se aglutinan entre ellos, eligen los mismos
barrios, los mismos colegios para los hijos, los mismos lugares de veraneo.
Como todos los cuicos, se mueven en masa dentro de su submundo, por mucho que
les guste la naturaleza y desprecien a los otros cuicos “capitalistas”,
finalmente usan la misma lógica que los otros cuicos: se juntan entre ellos,
tienen sus propios códigos y se detectan a kilómetros de distancia. Cuico
redset será, pero el cuiquerío no se lo quita nadie.
lunes, 1 de septiembre de 2014
El cuico político

El cuico político no se refiere
necesariamente a los actuales políticos tipo senadores, diputados o alcaldes
(aunque también hay), sino al cuico ese con “vocación de servicio
público”, ese que trabajó en el Gobierno…pero en el de Piñera. Ese que trabaja
en el Libertad y Desarrollo, o en el CEP, o en algún otro Think Tank.
El cuico político se gesta en
muchos casos en el colegio: el clásico(a) que participa o es Presidente del
Centro de Alumnos, que participa en todo tipo de actividades extra programáticas
(sociales sobre todo) del colegio. Después entran a la universidad y
seguramente entran al Centro de Alumnos, o a la FEUC (la mayoría son de la
Católica, convengamos), organizan los trabajos de invierno, seguramente
hicieron clases en INFOCAP…y por supuesto, su salto definitivo al mundo político,
el TECHO. El Techo es como el semillero de cuico político, ese cuico solidario
con vocación de servicio “real”, el que quiere cambiar la política, que no está
por el poder, sino por una real preocupación por el prójimo. Probablemente
muchos también pasaron por la Fundación Jaime Guzmán, donde se hicieron de
buenos “contactos” y tuvieron su adecuado entrenamiento político.
El cuico político es bueno para
estudiar, seguro va a hacer algún diplomado o magíster en políticas públicas (donde
se encuentra con los abajistas o los progre), o en medioambiente, o en
administración pública, lo que sea. Pero tiene que estar siempre al día,
siempre informado. Es muy común que el cuico político haga clases en alguna
universidad, porque su vocación de servicio también se extiende a “formar a los
más jóvenes”.
El cuico político siempre quiere hablar
de temas “interesantes”, de temas contingentes, polémicos. Es de esa gente que
lee el cuerpo C de El Mercurio de adelante para atrás (y no de atrás para
adelante como hace la mayoría de los mortales que prefieren leer primero la
parte de espectáculos y se saltan la política). Se saben los nombres de todos
los diputados, senadores, intendentes, probablemente conocen a muchos, y por
supuesto hablan de ellos por su nombre de pila: “el otro día estuve con Jovino”
o “con el Mumo (Edmundo Eluchans)”, o peor todavía, con “el alemán (José
Antonio Kast)”, como para demostrar que él es cercano a ellos, y a la vez
asumiendo que todos saben de quién están hablando. De hecho también hablan de
los grandes empresarios por su nombre de pila “Sven (von Appen)”, “Andrónico
(Luksic)”, porque obviamente también los conocen (¡de dónde sacan la plata para
sus campañas sino!).
El cuico político, en cualquier
reunión social, se va a asegurar que todos sepan en qué trabaja, y generalmente
no se despega de su celular, porque siempre va a estar recibiendo información
importante, y es probable que haga algún comentario del tipo “uh quedó la
cagada entre Girardi y Moreira”, obviamente algo que no se ha sabido
públicamente, como para demostrar que tiene información privilegiada y como si
fuera lo más importante de ese momento (aunque esté en un asado donde estén
hablando de algo cotidiano, como los niños o el fútbol y su comentario sea una
interrupción).
El cuico político tiende a mirar
con un poco de desdén a sus amigos cuicos no-políticos, los encuentra un poco
ignorantes, poco informados, y probablemente les diga “es que no cacho qué
hacen uds., los abogados comerciales” (reemplace abogados comerciales por
cualquier profesión y cargo que no sea político: product manager, analista
financiero, lo que sea). Como que para ellos no hay nada más importante y
valioso que el quehacer nacional actual. Y sufren si alguien no entiende o no
está al tanto de las últimas novedades políticas. Y además le encanta discutir,
entonces no pierde oportunidad para enfrascarse (y enfrascar a todos a su
alrededor) en acaloradísimas discusiones de la contingencia política, por
supuesto demostrando su superioridad en cuanto a los conocimientos y opiniones
que tiene al respecto (aunque no las tenga, las va a inventar).
El cuico político, como todos los
cuicos, tiene ese afán de ser cercano a la gente “humilde”. En el caso del
cuico político es más patente, porque por definición tienen que abrazar y
besuquear a todo tipo de gente, entonces nada mejor para ellos que contar que
la Junta de Vecinos de Conchalí les hizo un desayuno (aunque íntimamente
comenten: “con esas tortas de crema asquerosas”) o que fueron a una feria en
Pedro Aguirre Cerda. Les encanta “tener calle”, saber los nombres de los
barrios humildes, conocer al “Chile real”. Demostrar que ellos son “de terreno”
y no es que se anden llenando la boca. Ojalá poder contar que comieron una
sopaipilla de carrito o cosas que el resto de los cuicos encuentra “asquerosas”
(y probablemente ellos también), sólo para demostrar su real vocación.
El cuico político es – en su
grandísima mayoría – de derecha, y vuelca toda su ira cuica en sus rivales
políticos (la concertación, o la Nueva Mayoría (Nueva Pillería, como obviamente
le dicen)). Son todos unos “rotos”, con cara de picantes, que no le han ganado
a nadie, ordinarios, mala clase, ladrones, corruptos, etc. La izquierda es la
encarnación del mal. Nada bueno sale de ellos, ninguno salva. El cuico político
es bien polar en su pensamiento. La derecha es incomprendida, la izquierda es
mala. No hay mucho más que eso. Y “la gente no entiende”, “el pensamiento de derecha
es más difícil de entender”. Nunca van a dar su brazo a torcer. Nunca (bueno,
esto corre para los otros políticos también).
El cuico político de verdad sufre
con el gobierno actual, sufre a un nivel mucho más profundo de lo que sufre cualquier
otra persona no política (que no esté de acuerdo con el gobierno actual). Para
él/ella es una angustia constante ver cómo las cosas no se están haciendo
“bien” (para sus parámetros obviamente), y a la vez una satisfacción secreta
cuando los números objetivos validan su pensamiento: la desaceleración de la
economía o el aumento del desempleo en el fondo fondo tiene al cuico político
saltando en una pata. Nada mejor que ver en desgracia a sus enemigos.
El cuico político obviamente
tiene su vida, va de veraneo y hace un montón de cosas al igual que el resto de
los cuicos, pero pasa a ser irrelevante porque el cuico político está definido
por su “pasión” por la política, por su pasión por el “bienestar” del país, por
defender a los suyos (derecha) y odiar a los otros. El resto pasa a segundo
plano. Puede que tengan familia, puede que vayan a la playa, muchas cosas. Pero
su sello es su “vocación de servicio público”. El resto es música.
miércoles, 20 de agosto de 2014
El cuico perno

Una clásica charla que se repleta de cuico perno.
El cuico perno es una versión
“soft” de un cuico seduc, o dicho de otro modo, un cuico seduc es el
subconjunto más radical o extremo de un cuico perno. De hecho, seguramente son
amigos y se conocen mucho entre seduc y pernos. Uso el término perno no en un
sentido “nerd” (aunque un poco), sino para graficar un
tradicionalismo/conservadurismo/religiosidad que tiene este tipo de cuicos.
El cuico perno no está a la moda.
No es que esté pasado de moda, pero su ropa es estándar. Los hombres usan
bluejeanes estándar, de corte estándar, color estándar. Usan poleras estándar,
aunque generalmente usan camisas, incluso en el fin de semana (y metida adentro
del pantalón). El cuico perno no usa zapatillas, y si las usa, van a ser esas
de trekking (modelo perno). Normalmente en un fin de semana va a estar con
bluejeanes, camisa cuadrillé metida adentro del pantalón, zapatos de cuero (o
las zapatillas trekking ya mencionadas), y un sweater escote en V de un color
neutro. El cuico perno no usa polerones, o si los llega a usar, igual no son
muy estilosos. Tampoco usa hawaianas (de esas tan onderas), ni siquiera crocs.
Siempre zapatillas, invierno o verano.
En el caso de las mujeres, la cuica perna no
usa jamás pantalones pitillo, sino también bluejeanes estándar de color
estándar, generalmente a la cintura (aunque ahora eso está medio de moda), o al
menos no a la cadera. No usa botas “equitadoras” encima de los pantalones
(porque en esos bluejeanes no cabrían tampoco), sino botines negros o café, de
modelo estándar, ese que no pasa de moda, y que los tiene por varios años. A la
cuica perna le gusta usar pollera (falda si quieren), larga hasta el suelo,
generalmente de algodón y colores neutros (café, negro, gris, beige). En el
verano puede ser un poco más corta, a la rodilla como mucho, pero les gustan
más los pantalones pescadores con un buen “zapato reina” (que ahora están de
moda, pero para ellas son un básico en su clóset por años de años) o alguna
chala café o negra con 2 tiras anchas, bien anchas.
Jamás va a tener un corte de pelo
a la moda, sino un pelo largo estándar, a lo más con algunos reflejos “que no
se noten”, y cuando va a cortárselo, sólo las puntas. Si se pinta las uñas, es
poco probable que use un color muy llamativo, probablemente se haga la manicure
francesa o a lo más un rojo oscuro. Tampoco se pinta (“maquilla”) mucho, de
hecho casi no se pinta, salvo para ocasiones especiales como matrimonios o
cosas así. Normalmente usa aro de perla o algún arito discreto de plata con oro
o de oro con alguna piedrita. Jamás va a usar algún aro grande con plumas o
alguna argolla grande ni menos un aro de feria (o tipo feria, convengamos que
las cuicas sobre 30 no van a comprar “joyas” en una feria artesanal). Siempre
va a tener una cadenita de oro con una cruz o medallita de la Virgen, y a lo
mejor una pulserita discreta también. Anillos, pocos. La argolla de matrimonio
con su anillo de compromiso, que es muy estándar también, nada ostentoso ni
llamativo, probablemente sea de oro blanco con una fila de brillantes, más
separados o más juntos, pero es básicamente el mismo en todas las cuicas pernas.
El cuico perno es religioso, pero
no extremo, va a misa todos los domingos (con toda su familia, obvio), en
algunos casos participan en algún movimiento como Schönstatt o los Legionarios
(excluyo al Opus porque es una categoría aparte como ya saben) o sino
participan de actividades de la parroquia o tal vez obras sociales. Al cuico perno le encanta participar en misiones familiares por ejemplo.
El cuico
perno tiene mínimo 4 hijos, que están obviamente en algún colegio católico de
alguna de las congregaciones que nombré. Al hijo hombre mayor sí o sí le ponen
el nombre del papá, y muchas veces la hija mayor se llama como la mamá. Usan
nombres que los cuicos progres usaron 15 años antes, pero que todavía no llegan
a usar los cacos o los CME (clase media emergente). Típico nombre de hijo de
cuico perno: Lucía, Elisa, Jacinta, Rosario (usan harto nombre religioso
también), Domingo, Santiago, Clemente, Pedro.
El cuico perno no es ostentoso, en
eso es muy parecido a su símil seduc. No sale mucho a comer, sino que se junta
en casas con amigos. No es muy bueno para el asado. Hacen asados, sí, pero
normalmente tienen parrilla a gas y no hay pebre ni nada muy parrillero. Les
gusta más comprar comida preparada o bien cocinar algo que hacer un asado.
El cuico perno no toma mucho,
siempre mesurados, uno no vería jamás a un cuico perno curado, mucho menos a
una cuica perna. La cuica perna es feliz con un pisco sour comprado, y se va a
demorar la noche entera en tomárselo. Las cuicas pernas no toman vino (y entre
nos, creo que miran feo a las que sí toman(mos)). Los hombres cuicos pernos sí toman
vino, pero no son muy fijados en las marcas. De hecho no compran vinos muy
buenos, porque no lo valoran, y normalmente en un asado o comida nunca va a
haber más de 2 vinos disponibles, aunque sean 10 o más personas. Es muy
probable que 1 de los vinos ya esté abierto porque sobró de una comida
anterior.
Las casas de los cuicos pernos en
general no están decoradas muy modernamente. Aunque sea un matrimonio joven, la
mesa de comedor va a ser entera de madera (y no de vidrio, como se usa ahora),
los sofás del living medios redondeados (y no cuadrados, o mucho menos de
cuero) y probablemente en color crudo, un “bar” de madera, cuadros de paisajes
con marco dorado.
El cuico perno políticamente es
bien de derecha y poco tolerante a cualquier rasgo de progresismo ideológico.
Entre los suyos, van a hablar de los “fletos” (gay), de los “rotos” (refiriéndose
a los socialistas y también a los CME), son bien duros en sus opiniones. En
público se cuidan, como todos los cuicos. Pero sí sacan algo de ronchas en
cuicos menos pernos, porque son muy cerrados en sus pensamientos. No pueden
tolerar que alguien no piense igual que ellos, y lo hacen saber, pudiendo
entramparse en discusiones bastante acaloradas con otros cuicos no pernos. Y
después de esas discusiones, dejan de juntarse con ellos. Como digo, el cuico
perno es muy cerrado y tiene un círculo de amistades muy estrecho, donde pueda
hablar a sus anchas de lo que piensan ellos y sus amigos.
Al cuico perno le gusta jugar
fútbol en ligas. Es como su “escape”, y se junta con otros cuicos pernos todas
las semanas a jugar fútbol. Eso sí es difícil que después se vayan a tomar unas
“chelitas” (jamás dirían chelitas en todo caso). Fútbol y a la casa. Al cuico
perno no le gusta mucho tomar, ya les dije.
La cuica perna es buena para la
charla. Le encanta ir a charlas de formación valórica, de algún experto en
educación de los hijos (de los “niños”), de cómo fortalecer el matrimonio, etc.
Va con amigas, o a veces también va con el marido. Y usan mucho las enseñanzas
de la charla para conversar después, para ir mejorando como matrimonio, como
papás, como lo que sea. Les gusta aprender cómo ser mejores personas, siempre
en el contexto de sus valores y estilo (¡no es que vayan a ir a una charla de
Salfate!). De hecho, la cuica perna
muchas veces hace cursos de algún tema valórico, cursos de biblia por ejemplo,
en los centros de formación que tienen las congregaciones (Familia Unida, por ejemplo) o a veces en la misma
parroquia que frecuentan. También es fanática de la revista Hacer Familia,
donde saca también muchos tips para la educación de sus niños.
El cuico perno no viaja mucho. Sí
puede salir una vez al año, o tal vez para algún aniversario de matrimonio,
pero en general no viaja mucho. En las vacaciones pueden ir a distintos
lugares, pero es muy probable que vayan con un grupo de amigos (como ellos, se
entiende), donde puedan estar tranquilos, los niños jugar entre ellos, y hablar
de las cosas que a ellos les interesan, lejos de la contaminación actual del
mundo (contaminación = liberalismo).
El cuico perno en el fondo es un
poco anacrónico, ellos de alguna manera viven unos años atrás, con valores más
extremos que el resto. Van unos pasos más atrás en términos de liberalidad y
modernidad, y es por eso que no les es fácil juntarse con cualquier persona, y
se refugian entre su círculo más íntimo. Felizmente para el cuico perno,
todavía existen muchos como ellos, por lo que pueden seguir tranquilos con su
estilo de vida, aunque sea en la intimidad de su casa, la de sus amigos, o la Parroquia.
lunes, 11 de agosto de 2014
El cuico abajista

El cuico abajista podría confundirse con el cuico progre,
pero la diferencia fundamental es que al cuico abajista le CARGA ser cuico,
reniega de su cuiquez. El cuico abajista es la versión extrema del cuico
progre.
Es difícil entender porqué
alguien se transforma en cuico abajista. Tiendo a creer que se origina
normalmente en una mamá (más que papá) DEMASIADO excesivamente cuica, casi
siútica, demasiado preocupada del qué dirán, demasiado todo, lo que provoca en
el cuico adolescente una rebeldía tal que generaliza y odia a toda la
cuiquería, transformándose así en un cuico abajista. Lo que obviamente genera
la peor angustia en esa mamá, que su hijo/a es todo lo que ella no quería para
ellos.
El cuico abajista (cuando todavía vive con los papás,
obvio) jamás va a decir que vive en La Dehesa. Si se ve obligado a decir dónde
vive, va a decir (medio murmurado y bien rápido) que vive en Lo Barnechea (a
ver si pasa más piola). Cuando se va a vivir solo, (cosa que hace apenas tiene
la oportunidad) el cuico abajista arrienda un departamento en el Parque
Bustamante, en algún edificio bien destartalado, ojalá sin ascensor. Si no es
el Parque Bustamante, tiene que ser algún otro lugar del centro, tal vez el
Barrio Lastarria o el Barrio Italia. Ciertos
barrios de Ñuñoa también son reductos de cuicos abajistas. Al igual que los cuicos progre, obviamente les gusta andar en bicicleta o directamente en micro, porque ellos en serio no quieren ser cuicos ni nada que se les parezca.
Como el cuico abajista es cuico, sabe perfectamente los
códigos cuicos, por lo tanto sabe perfectamente qué NO decir para no parecer
cuico. Un cuico abajista seguramente va a hablar de “el Juan”, “el Pablo” (a
diferencia de los cuicos que no usan “el” antes de los nombres de hombre).
Seguramente va a decir “disculpa” en vez de “perdón”. Va a decir todas las
cosas que no dicen los cuicos. Y como sabe que a los cuicos les encanta
preguntar el colegio para identificarse, usa ese mismo argumento para evitar el
tema (“ay q estai cuico que me preguntai eso” va a decir el cuico abajista a
quien ose preguntarle), o en el peor de los casos, le va a echar la culpa a sus
papás del lugar donde creció o el colegio que estuvo, seguido de un “pero eran
todos unos sacos de weas en ese colegio/playa, etc”. También sabe qué ropa y
pelo usar para no parecer cuico (aunque la cara de cuico no se la saca nadie). Los cuicos abajistas tienden a ser
hippies-naturistas-artesas. No siempre, pero tienen una tendencia para ese
lado.
Es muy difícil que un cuico
abajista estudie una carrera tradicional, y si lo hace, obviamente jamás de los
jamases va a estudiar en la UDD o la Los Andes (última opción en la vida de un
cuico abajista). Seguramente va a elegir
la (Universidad de) Chile o definitivamente decida irse a estudiar fuera de
Santiago, a la Universidad de Valparaíso, a la de “Conce”, a la Austral, donde puede
vivir en una pensión o en algo bien abajista (aunque se lo paguen los papás). Si
llega a estudiar en la (Universidad) Católica es sólo en caso que la carrera sea
más “alternativa” tipo Historia, Geografía, Literatura…o la favorita de los
cuicos abajistas: Sociología. Sociología es una carrera muy deseable para un
cuico abajista: esa mezcla entre intelectualidad profunda (y aires de
superioridad), el pensar constante, el análisis de cosas interesantes, la molestia
profunda por el status quo, el inconformismo crónico, y por supuesto ese aire “hippie-artesa”
tan típico de los sociólogos (al menos de los del imaginario popular).
El cuico abajista obviamente tiene
que ser de izquierda para poder sustentar su estilo de vida abajista, y se
preocupa de despotricar a los cuatro vientos contra las tarjetas de crédito,
las clases sociales, el lucro, la desigualdad o cualquier cosa que suene a capitalismo.
Pero eso no quita que se pueda ir de viaje a Europa o a hacer un postgrado
(obvio que en políticas públicas) al extranjero.
Obviamente también, odia
profundamente cualquier cosa que parezca conservadora. El cuico abajista es muy
progresista para sus pensamientos. Tiene que serlo. Y probablemente sea mucho
más extremo que cualquier progresista no abajista, porque tiene que dejar claro
que él NO es cuico o si lo es de origen, ya no sigue siéndolo.
Cuando se “empareja”, el cuico
abajista normalmente se va a vivir (sí, en concubinato, tiene que ser así!) con
su “pareja” que, o es no-cuica o es otro cuico/a abajista. Puede que después se case, pero obviamente por
el civil solamente y en una ceremonia totalmente anti-cuica, muy probablemente
con chamanes o algún tipo de ceremonia mística-étnica. Por alguna razón, como
ya comenté, el cuico abajista “abraza” el mundo étnico-hippie-pelo-largo-rústico
(probablemente es la única forma que tengan de diferenciarse notoriamente del
resto de los cuicos).
El cuico abajista tarde o
temprano va a ir a la India, o al menos va a tomar cursos con un gran maestro
de la India para aprender a hacer yoga o a meditar o a tocar la flauta india
que llama a la Pachamama o quizás qué ritual. Para el cuico abajista la parte
espiritual es muy importante, así como el contacto con la naturaleza, lo
orgánico y lo real (versus lo artificial). Los hijos de los cuicos abajistas
son los típicos niñitos rubios con pelo largo (que parecen niñitas), niñitas
con ropa jamás rosada y con harta lana, y que seguramente andan sin zapatos
hasta bien grandes o a lo más unos zapatos tipo Era del Hielo. Obviamente los
hijos de un cuico abajista van a ir a colegios Waldorf o Montessori.
El problema para los cuicos abajistas es que muchas veces
deciden dedicarse a cosas “artíshticas” del tipo vender productos orgánicos en
ferias artesanales o tocar música étnica o irse a vivir a un pueblito en el sur
o en cualquier parte de Chile donde cultivan su huerto orgánico, y cuando ya
tienen a sus hijos, se dan cuenta que igual hay que pagar cuentas y que la vida
no es tan fácil como parece. Y al final la gran mayoría de las veces terminan
subsidiados por sus papás, ya sea directamente (les pasan plata) o
indirectamente, ayudándoles a vender sus productos (vía contactos) o
llevándoles ropa para los niños o comprándoles una casita ahí en el pueblo
donde viven. Porque finalmente son cuicos, y en general los cuicos no quedan a
su suerte. Tienen esa posibilidad de “explorar alternativas” porque en el fondo
saben que tienen un respaldo detrás. Y es justo lo que más odian (la cuiquez) lo
que les permite ser abajistas-hippies.
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